lunes, 5 de septiembre de 2016

Sin motivo

Allí estabas, una vez más sentado ante la barra del bar, bebiendo tequila barato, jodido y escuchando las canciones que parecían tener el peor efecto sobre ti.
Autodestructivo y miserable.

Allí estabas, una vez más derrotado, pensando en que estabas condenado a que en toda tu maldita vida todo serían derrotas. Una que otra victoria tal vez. Quizás una, nada espectacular y nada suficiente para mantener en rumbo la nave. Así, no tenía chiste.

Sabes que debes levantar el culo del asiento e ir y ponerte unos putazos con la vida, rajarse la madre, rascarse hasta el fondo. No había de otra. El problema era mantener suficiente presencia de ánimo, por lo menos la mínima para poder poner un pie delante del otro cada vez y seguir respirando.

¿Sonrisa? Es demasiado pronto para eso. Demasiado pronto.

Ni siquieras sabes si habrá pronto algún maldito motivo para hacerlo. 

Los motivos para sonreir pueden esperar. Ahora solamente urge uno para no sentirse tan jodidamente miserable.

¿Cómo diablos hace uno para borrar un rostro de cada maldita cosa que uno ve?

Tu trabajo, tu estudio, tu grupo de amigos, tu pasión, tu gusto, tus malditos pasatiempos estaban ya dedicados a ella...

Hasta los asquerosos gusanos que estuviste a punto de pisar hoy te recuerdan a ella.

¿Ahora que?

¿Ahora para que?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.