La calle estaba obstruida por la obra, no se podía circular. Sin embargo sí se podía uno estacionar allí, siempre y cuando no estorbara demasiado y aceptara razonablemente el inconveniente de tener que mover el vehículo si llegaba a importunar a los vecinos.
Pues allí estaba yo, preocupado pues había notado que mi carro era el último de la fila. Tendría que pedirle a todos los demás que se movieran para poder salir yo.
Cuando salí, me dirijí con las dos chicas que estaban recargadas sobre uno de los carros, el que estaba inmediatamente junto al mío. Y amablemente negaron con la cabeza, al tiempo que señalaban al primero y nos dijeron que también estaban esperando a que las dejaran salir. Que la dueña del vehículo es una licenciada muy mamona y que seguramente se negaría a ayudarnos.
En vista de las cosas, Alfonso y yo nos dirijimos al lugar, que estaba lleno de gente y llegamos preguntando por el propietario del coche que estaba estorbando.
A nadie le gusta que le digan que está estorbando, aunque sea verdad. La doña dueña del auto de inmediato desenvainó la espada, cuestionó el que ella allí trabaje y por lo tanto, tiene derecho a estorbar, mientras que yo soy visitante y carezco de cualquier voz. Se puso prepotente, nos mandamos a la chingada mutuamente y nos retiramos de allí.
Afortunadamente, alguien más movió su vehículo y los demas pudimos salir. Pero pinche vieja.
A la semana que siguió, le pregunté a Alfonso que cómo le había ido con su vecina:
— Bien, le tomé fotos a su carro y se las mandé a mi amigo el támaro.
— ¿El de la facultad?
— Sí
— ¿Y que va a hacer?
— Ah, pues me dijo que ese auto corresponde con la descripcion de un testigo que vió cuando atropelló a un ciclista y se dio a la fuga.
— ¿En serio?
— En serio, me dijo que la denuncia de ese testigo ha servido para un importante servicio público y lograr la prehensión de quien resulte responsable.
— Ah, pues me dijo que ese auto corresponde con la descripcion de un testigo que vió cuando atropelló a un ciclista y se dio a la fuga.
— ¿En serio?
— En serio, me dijo que la denuncia de ese testigo ha servido para un importante servicio público y lograr la prehensión de quien resulte responsable.
Hasta yo me la creí.